(Agencia Sileo & Sileo
Asoc., martes 7 de enero de 2014).- No era una noche más. Por un año, fue
la noche que esperaron cientos de niños del barrio Malvinas Argentinas, en
Almirante Brown, que cada 5 de enero a la noche se dan cita, con sus padres, a
las puertas del “almacén de Mary”, así, a secas. Es que ya se convirtió en un
clásico de Reyes la parada obligada de los tres sabios venidos de Oriente, que
además de llevarle sus presentes al niño Jesús, recorren las ciudades en busca
de generar en los niños una mueca de felicidad.
El domingo se presentaba cálido, y cuando la noche empezaba a caer
sobre Adrogué, se podía ver la caravana de niños que, tomados de la mano de sus
padres, se acercaban tímidamente mientras se instalaban los parlantes por los
que se podía escuchar música que amenizaba la noche mientras esperaban la
llegada de los magos.
En tanto, los tres magos recorrían las calles del barrio llevando
golosinas e invitando a cada niño que se les cruzaba a la fiesta que se daría
minutos más tarde en la esquina de Serrano y Soto Acéval.
Cuando llegaron los tres hombres disfrazados de Melchor, Gaspar y
Baltazar, como abejas en un panal, los niños se amontonaron para tomarse fotos
con ellos e intercambiar abrazos, besos y, por supuesto, regalos. Durante una
hora, hubo un ida y vuelta entre los personajes y los niños, que les
preguntaban cosas relacionadas con sus historias. Luego vinieron los regalos,
sorteos, helados para todos y la gratificante experiencia de ver cientos de
niños sonrientes.
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